viernes, 30 de septiembre de 2016

Martinismo y Kâbbalah – Saga Esencial VI – Serie Breve 36



Comparar y enumerar las divergencias entre la vía íntima de Saint-Martin y la Kâbbalah demandaría un tratado de varios tomos. Por esta razón, conviene escoger alguna diferencia esencial, que sea capaz de ayudarnos a identificar con claridad, en qué se distinguen filosóficamente ambos sistemas, dejando la exploración detallada de la infinitud de desemejanzas a aquellos interesados en investigarlas a fondo.

Un buen punto de partida, es distinguir el concepto de los números de Saint-Martin, de las sefirot y los números de la Kâbbalah. Para Saint-Martin, si bien los números son el envoltorio invisible de los Seres, ellos son increados y co-eternos con Dios. Así lo expresa en las Instrucciones a los Hombres de Deseo:

“El Número, siendo co-eterno con la Divinidad, ya que, por toda la eternidad, Dios es; el Número debe haber permanecido por toda la eternidad en él, ya que Dios tiene su Número. Porque si Dios había podido crear el Número, parecería que Él se hubiera creado a Sí mismo, lo que es imposible, porque nada subsiste sin el Número.”(1)

jueves, 15 de septiembre de 2016

El Martinismo una tradición literaria II – Los martinistas en la época de Saint-Martin – Serie Rosacruz VIII




Sé que para el espíritu de mucha gente, que es algunas veces el espíritu del mundo, paso por ser el autor de algunas producciones del mismo género. Sé que los que quisieron tener en buena estima a mis obras, con mucho agrado, le concedieron aquello que les faltaba. No sueño en absoluto con censurar a estos Martinistas: ¿No es el destino de los libros devenir la presa de los lectores? Pero estoy asombrado de que usted me haya considerado tan engreído y débil de mérito como para darle mi nombre a mi antigua escuela o a alguna otra. Estas organizaciones sirven algunas veces para mitigar los dolores del hombre, más a menudo para aumentarlos, y jamás para curarlos, porque las confusas bufonadas de nuestra existencia quedarán siempre demasiado lejos del ojo de la Providencia; los que enseñan allí lo hacen sólo mostrando hechos maravillosos o exigiendo la sumisión. Mi tarea fue menos espectacular, porque el silencio es, en todos los aspectos, lo que más me conviene.” 

Carta de Saint-Martin, fechada el 5 agosto de 1798 y publicada en Nouvelle Notice Historique sur le Martinésisme et le Martinisme de Franz Von Baader.


Un escritor del siglo XVIII, sintetiza en un método las enseñanzas de Jakob Boehme y de Martinez de Pasqually. Decide plasmar en su libros los misterios de esta nueva Vía, y trasmite a sus discípulos las claves para develar las operaciones ocultas en sus obras. Así comienza la historia de la vía cristiana más asombrosa de los últimos siglos.

No es una novedad aquella que Saint-Martin jamás fue martinista, y que tampoco fue el fundador del martinismo. Sin embargo, para entender a que se refieren exactamente estas afirmaciones, es necesario precisar el significado de martinista y sus diversos usos, que fueron cambiando según la época y el lugar donde se lo utilizó.