Comparar y enumerar las divergencias entre la vía íntima de Saint-Martin y la Kâbbalah demandaría un tratado de varios tomos. Por esta razón, conviene escoger alguna diferencia esencial, que sea capaz de ayudarnos a identificar con claridad, en qué se distinguen filosóficamente ambos sistemas, dejando la exploración detallada de la infinitud de desemejanzas a aquellos interesados en investigarlas a fondo.
Un buen punto de partida, es distinguir el concepto de los números de Saint-Martin, de las sefirot y los números de la Kâbbalah. Para Saint-Martin, si bien los números son el envoltorio invisible de los Seres, ellos son increados y co-eternos con Dios. Así lo expresa en las Instrucciones a los Hombres de Deseo:
Un buen punto de partida, es distinguir el concepto de los números de Saint-Martin, de las sefirot y los números de la Kâbbalah. Para Saint-Martin, si bien los números son el envoltorio invisible de los Seres, ellos son increados y co-eternos con Dios. Así lo expresa en las Instrucciones a los Hombres de Deseo:
“El Número, siendo co-eterno con la Divinidad, ya que, por toda la eternidad, Dios es; el Número debe haber permanecido por toda la eternidad en él, ya que Dios tiene su Número. Porque si Dios había podido crear el Número, parecería que Él se hubiera creado a Sí mismo, lo que es imposible, porque nada subsiste sin el Número.”(1)